Los cinco aportes de la agricultura de precisión

Por el Ing. Federico Mayer / Club AgTech

La Agricultura de precisión, como bien sabemos, es una metodología que nos permite ajustar las prácticas agrícolas que antes se ejecutaban a nivel lote, al nivel de m2. Para llevarlo adelante, se basa en sensores remotos ( satélites) y en dispositivos electrónicos montados en la maquinaria para recolectar información de manera automática y que luego al procesarla, nos permite generar diagnósticos más precisos.

Esto no es algo nuevo. Hace casi 25 años, el gran Mario Bragachini comenzaba con las Jornadas de Agricultura de precisión en Manfredi. Sin embargo, a pesar de este tiempo, según un reporte lanzado a principio de año por la ReTAA (Relevamiento de Tecnología Agrícola Aplicada), solo un 14% de los productores realiza algún tipo de aplicación variable, siendo la más difundida la aplicación selectiva de malezas, tarea que se hace automáticamente.

Audio con Federico Mayer:

Tanto nos llamó la atención esta brecha, que queríamos definir cuáles eran las necesidades que tenían los ing. agrónomos responsables de la producción. Y para eso hicimos un ejercicio que utilizan mucho los emprendedores que se llama “entrevista de problema”, que consiste en conversar con usuarios potenciales respecto de sus necesidades y registrar sus dichos. Luego de varias conversaciones, como si fueran hojas transparentes, colocar una conversación sobre la otra y detectar patrones. Así, descubrimos las 5 necesidades de los Ingenieros agrónomos. 

  1. Gastar menos
  2. Producir más
  3. Ahorrar tiempo
  4. Ver lo que no veo
  5. Gestionar riesgo

 

¿Cómo es que la Agricultura de precisión atiende a cada una de ellas?

  1. Gastar menos. Ya no se discute la variabilidad existente dentro de un lote. Hay zonas donde la respuesta a los insumos (semilla, fertilizante, terapéuticos) va a ser menor. El diagnóstico en base a mapas de rendimiento e imágenes satelitales interpretados por el Ing Agrónomo (o especialista) le permitirá reducir dosis y por medio de ellas, evitar gastos innecesarios. De acuerdo a la tecnología disponible, se puede hacer a nivel M2 o a nivel macro ambiente,
  2. Ganar más. Así como en el caso anterior, hay zonas a las cuales no se les aprovecha el potencial. Aún se les puede buscar el techo de productividad, incrementando aún más la densidad de semilla o  fertilizantes. De nuevo, según la tecnología, se puede automatizar e ir al detalle po hacerlos “manualmente”, por medio de macroambientes.
  3. Ahorrar tiempo. A este punto quiero abordarlo desde 2 dimensiones. En primer lugar, desde la rutina de trabajo, del monitoreo. Poder ver el lote desde arriba nos permite determinar puntos críticos a los cuales visitar y al mismo tiempo priorizarlos. Comparemos esto con la tradicional visita al campo para ver “con qué me encuentro”. ¿Cuán precisos somos en el uso de este recurso: tiempo? El otro punto es el ahorro en tiempo para generar conocimiento sobre los lotes sobre los que trabajamos. Hacer ensayos es muy divertido, pero solía ser algo muy tedioso. En la actualidad, si los planificamos correctamente, ordenando las tareas podemos aprovechar el poder de las herramientas que están montadas en la maquinaria y  generar muchas pruebas con las cuales generar información.
  4. Ver lo que no veo. Los sensores remotos nos permiten distinguir cambios a tasas que nuestros ojos no ven. Y además, medirlos y registrarlos. Esto es importante no solo para diagnósticos tempranos sino para el aprendizaje al final de cada campaña
  5. Gestionar riesgos. ¿Cuánto más puede rendir un lote, un campo a alquilar? En años niño o niña, ¿cuánta superficie se pone en riesgo?¿Cuánto mejor podemos ajustar las estimaciones de rendimiento y en función de ello tomar decisiones de venta?

La agricultura de precisión  hoy en día nos permite trabajar sobre cada una de estos aspectos de manera impensada, con mucha más facilidad y a costos muchos menores que lo que era hace algunos años. Solo  queda animarse. ¿Qué nos limita?