La entidad confederada emitió un comunicado de prensa en la que señalan a este anuncio como Confuso y Vago.
Cualquier semejanza con la realidad del Sr. Barriga es pura coincidencia. El campo sería » Doña Florinda», ya que paga correctamente y como se debe.
Quizás » Don Ramón» se parezca a algunos funcionarios o allegados a los mismos que tienen rentas extraordinarias en dólares, contándolas con maquinitas y encendiendo cigarrillos con lo que sobra; hasta en algunos casos era mas fácil pesarla. Otro caso de renta extraordinaria a veces se da en la religión, tirando bolsos o poniendo caños de GNC, rutas que nunca se hacen ni se harán. Por ello Doña Florinda se quiere ir de la vecindad. La canción de la » Bonita vecindad » no pega con esta analogía.
Comunicado de CRA
El Presidente de la Nación y su Ministro de economía, anunciaron ayer medidas de orden económico social, cuyos fondos, provendrían de un nuevo impuesto, a la renta inesperada o extraordinaria, sugestivos nombres para el intento de una nueva exacción al sector privado productivo.
Como es habitual en esta administración del Estado, los anuncios, son vagos y confusos, por lo cual no se sabe a ciencia cierta de que se trata el proyectado impuesto, cuál será el hecho imponible, para qué periodo, desde cuándo y hasta cuando se percibirá, quien son los alcanzados, información básica al que debiéramos tener derecho, si nos respetaran como ciudadanos.
Es la forma en que se trata al contribuyente y a la ciudadanía en general, notoria falta de rigor técnico en la medida, un anuncio general y a posteriori un vacío de información que solo genera incertezas, en un momento político – económico, en donde lo único que se tiene es incertidumbre y ausencia de rumbo cierto.
Quienes arriesgan e invierten en el sector agropecuario merecen respuestas concretas y no anuncios parciales, la medida proyectada, parece constituir una triple imposición al sector productivo, en un marco donde la actual percepción de retenciones a las exportaciones carece de apoyatura legal.
El Ministro de economía, conserva un raro privilegio y es el de haber anunciado inflaciones proyectadas, que nunca se cumplieron, sin embargo, pareciera que sus errores de diagnóstico y de macroeconomía, lo obligan a inventar nuevos impuestos, al mismo tiempo que permanecen cerradas las exportaciones, mediante cuotas, permisos e intervención de mercados.
Si eso es su plan, no le vemos otro futuro que el triste declive del presente.
El Gobierno no recepta la idea de fomentar inversiones, por el contrario, todo el tiempo busca desincentivarlas, con cepos y aumento de presión impositiva, nadie explica el fracaso de la guerra contra la inflación, solo se busca o inventan ganancias inesperadas o rentas extraordinarias.
Nadie niega la salvaje invasión de Rusia a Ucrania y los efectos en el aumento de precios de algunas materias primas, pero la inflación en Argentina es un problema endémico, cuya causa principal es el constante déficit fiscal y la mirada sin perspectiva productiva, que se traduce en ahogar de impuestos a quien produce.
No alcanzan las retenciones, ni las transferencias de ingresos que ellas producen, el Ministro pretende hacernos creer que solo subieron los precios de los commodities, como si todos los componentes de insumos, se hubiesen quedado inmóviles, resulta penoso el comprobar que un Ministro no puede estar tan alejado de la realidad productiva, tan lejano de lo que sucede en el día a día del interior productivo, que se mantenga al margen del conocimiento, de los valores del gasoil en el interior (además de la dificultad de proveerse del mismo) y de la suba de costos, de todos los demás rubros que hacen a la producción primaria (por ejemplo los insumos clave, como los fitosanitarios).
Nunca estuvo tan clara la visión técnica universitaria, con su aditamento de soberbia, contrapuesta a la realidad económica cotidiana, ello sin duda contribuye a la desazón y el descrédito sobre el futuro económico de la Nación.
Desde CRA, advertimos que, ni la inflación es la que el Gobierno ha pregonado, ni hay renta extraordinaria o inesperada, lo que sin duda existe y es preocupante, es comprobar que navegamos sin rumbo y que más impuestos solo auguran peores resultados.