Las cuatro cadenas agrícolas – soja, maíz-sorgo, trigo y girasol, patearon el tablero y cuestionaron duramente al gobierno y su política económica

Nota para Valor Agregado  gentileza Daniel Peppa / Génesis Rural 

Escuchá el audio con Pedro Vigneau – Maizar

Cuando empiezan a sentirse los primeros efectos de la segunda versión del «dólar soja», y ante una feroz sequía, el presidente de Maizar, Pedro Vigneau fue al hueso: «La Argentina parece estar viendo otra película. Sigue presa de la inestabilidad macroeconómica, sin poder controlar una inflación de las más altas del mundo, con una insostenible brecha cambiaria, gastando más de lo que ingresa, sin dólares para insumos ni bienes de capital importados, con impuestos distorsivos, sin una estrategia de inserción mundial y con muy pocos acuerdos de libre comercio».

Hablando por sí y en nombre de sus colegas de Argentrigo (Miguel Cané), ACSOJA (Luis Zubizarreta) y Asagir (Enrique Moro), analizó: «Nuestras cuatro cadenas juntas generan la mitad de las exportaciones del país en valor: casi 40.000 millones de dólares el año pasado, esos dólares que la Argentina tanto necesita. También hacen posible la producción de carnes, lácteos y huevos, que alimentan a nuestra población y generan otros 5.000 millones de dólares por exportaciones. Con los estímulos correctos, esto es fácilmente multiplicable. Sin embargo, en lugar de incentivos, enfrentamos obstáculos que se suman a los de la macro: somos el único país de América que aplica impuestos a la exportación…».

Y fue aún más directo: «La reciente reedición del esquema del «dólar soja», además de generar bruscas distorsiones no deseadas, vuelve a mostrar que, en cada emergencia del país, el salvavidas es la agroindustria. Y pese a esto, luego se potencian políticas que le quitan competitividad, en una estrategia de daño autoinfligido hacia el factor con mayor capacidad de sacar el país adelante».

Y agregó Vigneau : «Queremos seguir aumentando el valor agregado, generar muchos más empleos verdes y arraigo, bioindustrias con desarrollo federal, de una manera que incluya a empresas chicas y grandes, y sobre todo a personas con distinto grado de calificación».

Y para finalizar un discurso pronunciado ante miradas cómplices, no estuvo el gobierno en esta ocasión, si algunos dirigentes del campo cómo Nicolás Pino, único integrante de la Mesa de Enlace presente, y algunos políticos como Ricardo López Murphy y Carolina Losada, el titular de Maizar remató: «Es imperioso cambiar el modelo de desarrollo económico, salir del “vivir con lo nuestro” para insertarnos en el mundo. Podemos ofrecer cada vez más bioproductos sustentables, provenientes de todos los rincones de nuestro territorio. Tenemos las condiciones para jugar el partido y queremos hacerlo».