La ingeniera agrónoma Paula Di Gerónimo, de la compañía Stoller realiza un análisis de las posibilidades del trigo y sus nutrientes para la región de Río Cuarto.
¿Se complica sembrar trigo en la zona de Río Cuarto?
Estamos muy acostumbrados a pensar la fertilización desde los nutrientes básicos y eso está bien, nitrógeno, fósforo, azufre, dependiendo de la zona. Eso ya está incorporado en la cabeza del productor, pero la realidad es que los rendimientos de los cultivos son cada vez mayores y la provisión del suelo no es infinita, empiezan a aparecer otras deficiencias. La deficiencia de zinc en la zona de Río Cuarto, Córdoba y zona centro del país, en general, es una realidad. Hoy los laboratorios más grandes del país están mostrando eso en sus datos. Los niveles de deficiencias son realmente graves y el zinc puntualmente es muy importante para lo que es gramínea, trigo, cebada, maíz.
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¿Cuál es el consejo técnico para el productor que quiere sembrar trigo?
El zinc es un nutriente que es muy importante, uno de sus roles fundamentales es su impacto en la hormona que genera crecimiento. Es análoga a la función que cumple en el ser humano, es muy parecido. Entonces, si no hay zinc desde que el cultivo es chiquito, todo lo que hagamos cuando el cultivo es grande, ya es tarde. Es por eso que la recomendación de Stoller es una aplicación cuando el cultivo es chico o mucho más eficiente en tratamientos a semilla.
Qué recomiendan…
Aplicaciones de zinc en tratamiento a semilla en mezcla con el cura semilla que hagan normalmente, que se puede hacer puntualmente con nuestro producto que es Nutrimins semilla. La mezcla es perfectamente compatible, entonces, en el mismo caldo donde se arma la mezcla para el tratamiento de la semilla, se une el Nutrimins y ya tenemos una base de zinc para que el cultivo arranque con una provisión adecuada. Lo adecuado es que haya también un análisis de suelo que nos diga qué tan grave es la deficiencia. En función del potencial de rendimiento del que estemos hablando puede haber o no una recomendación de complementar ese tratamiento con una aplicación foliar que siempre va a ser temprano. Estamos hablando de aplicaciones de no más tarde de macollaje o un nudo en trigo.
Si no hacemos análisis de suelo, estamos gastando dinero de más, tirando fertilización quizás al vicio…
En esta zona tengo entendido que no llegamos ni al 25% de la superficie sembrada muestreada. Y es una realidad, o sea, lo que no se mide es imposible de mejorar, no sabemos realmente qué es lo que estamos teniendo y estamos fertilizando como quien dice a ciegas. Entonces podemos estar muy cerca o muy lejos de realmente hacer las cosas bien. Un análisis de suelo completo tiene un costo ínfimo y los beneficios que podemos sacar con una buena interpretación y una buena recomendación, asociada a los resultados de este análisis, son realmente muy buenos.
