Grandis: 70 años en la actividad consignataria

Alberto Grandis y su hijo Maximiliano compartieron con Valor Agregado un balance de estos años de remates; del arreo a realizarlos por internet

“Yo creo que nací para esto. Desde chico quise ser feriero y martillero. En mi casa se respiraba un poco de todo lo que tenía que ver con la feria porque era un almacén de ramos generales y en ese tiempo la hacienda venía por arreo, estaban todos los criollos, los gauchos y a mí me picó eso y se me metió en la cabeza y quería ser feriero”, comenzó recordando Alberto Grandis y asegura que buscó la forma de serlo.

También reflexionó sobre el avance de la tecnología y las comunicaciones, de arrear a transmitir un remate por internet; “nunca se me cruzó por la cabeza”, dijo. Y agregó: “en ese tiempo no había camiones. La única forma que tenían los productores agropecuarios para vender sus haciendas era en feria, había que traerla por arreo directamente y de acá salía por ferrocarril destino Mendoza, San Juan, Córdoba. Después llegaron los remates físicos, remates televisados y ahora remates por internet. Hasta remate por televisado llegué”.

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Alberto contó que la tecnología les ha brindado muchísimas facilidades pero que prefiere el remate físico, “es más lindo, hay más contacto con la gente, con el comprador o el vendedor. Esto es distinto, pero la ventaja que tiene es que el productor tiene su hacienda en el campo y se está vendiendo por Internet. Si no le gusta el precio, no lo vende. El comprador compra sus haciendas desde su casa, desde su oficina. No tiene que viajar. A veces tiene que hacer 200, 300 kilómetros a un remate que después no sabe si compra. Y hoy lo más escaso y caro es el tiempo.

 

“Para mí es un momento de inmensa felicidad y juntarme con tanta gente amiga como la que tenemos acá es muy gratificante”, cerro el empresario.

A su turno, Maximiliano Grandis, su hijo, dijo a Valor Agregado que la mejor manera de celebrarlo es a través de un remate con clientes y amigos. “Tenemos 2.200 cabezas para festejarlo, es un buen número, buena hacienda, muchos terneros, creo que hoy los compradores tienen para hacer un buen negocio, pero principalmente es el festejo y que nos acompañen, estamos en un momento difícil de la ganadería, hay muchos vaivenes, se generan expectativas que a veces se dan, a veces cambia el ánimo de la gente, estamos dependiendo mucho de eso. Sin embargo, la gente nos está acompañando que es lo principal”, dijo.

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Sin embargo, la ganadería sigue teniendo un futuro que no tiene techo…
Así es, ya lo dijo Alberto en estos 70 años ha visto y ha pasado por cambios importantes en la comercialización ganadera. Hoy todo ha cambiado y los costos son distintos, nosotros siempre pretendemos brindar un buen servicio a nuestros clientes, siempre buscando la economía en cuanto a costos, en cuanto a movimiento, vamos en ese camino.