Pruebas Pastoriles: una fuente de retroalimentación de la buena calidad de toros a campo

Las pruebas pastoriles comenzaron,  como la palabra lo indica, para “probar los animales a pasto”, para ver su rendimiento, adaptabilidad a zonas duras, medir rusticidad y hasta cuanto una raza como Angus puede generar con buenas condiciones de pasto, clima, o con condiciones adversas.

Estas muestras, como en el caso de La Pastoril de Angus Centro, le permitieron a los socios de la raza  y a los productores que buscan mejorar continuamente sus rodeos,  hacerse de toros rústicos, adaptables y de ejemplares que salen de los remates y a las 24 hs están dando servicios en los campos.

Matías Falco, cabañero Angus, dijo a Valor Agregado Agro que con estos eventos quieren marcar  cómo se retroalimenta la propia prueba con animales que funcionan,  y que ese es el resultado de que en las subastas los compradores se repiten de un año al otro . “Los cabañeros  que integran la prueba  aprendieron  mucho, qué tipo de hacienda llevar a las pruebas pastoriles y qué tipo de toro. Eso se nota después cuando nombramos, las líneas genéticas en los remates”.

Escuchá la nota con Matías Falco

Falco destacó que el cabañero escucha, analiza y va invirtiendo a largo plazo y se ve plasmado después en el evento final, es decir el remate. “Lo que vi desde el primero al último lote de la 22° Prueba  es la homogeneidad, no tanto en el tipo de animal, sino el estado. Por eso digo, la docencia que hacemos nosotros, lo que  hizo también el inspector en esa enseñanza”, indicó.

Por último, explicó que los animales que llegaron al final del evento pasaron  heladas fuertes y con un clima que no ayudó demasiado. “Todos los toros llegaron bien, y todos los toros fueron comercialmente viables”, concluyó.

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