Para Rodolfo Gil, especialista en estudios sobre el suelo, un ex INTA y director académico dentro del Sistema de Chacras de Aapresid, el trigo es un muy buen aportante de micros y macros nutrientes del suelo y eso genera un combate permanente a las malezas resistentes, como así también mejora mucho la infiltración de agua y otros beneficios.
Durante la jornada Don Mario MAS, realizada en Chacabuco, Buenos Aires, el especialista en suelos destacó como importante la rotación de cultivos, por ejemplo entre trigo y soja, para un aporte de biomasa e incorporación de nutrientes que da el cereal ícono de la Argentina.
Desde Valor Agregado Agro dialogamos con el Ingeniero Rodolfo Gil y aseguró que el trigo para desarrollarse como tal, y sobre todo con las genéticas actuales, genera una importante cantidad de biomasa y rinde. “Para generar todo eso, tuvo que extraer nutrientes desde el suelo. Y esos nutrientes, una parte son llevados a través del grano en la cosecha, pero gran parte de ellos quedan en la biomasa que estamos dejando, a la que llamamos rastrojos”, indicó.
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Para el Ingeniero, el trigo tiene una buena relación grano-rastrojo. Más allá de la biomasa, el cultivo aporta una numerosa cantidad de macros nutrientes, entre ellos el nitrógeno, fósforo, potasio, y también de micros nutrientes como el calcio, magnesio, etc. “El rastrojo, a medida que se va descomponiendo va a ir liberando esos nutrientes y los mimos se quedan a disponibilidad del otro cultivo que viene posteriormente”, aseguró. Como así también, agregó que: “no solamente estamos reciclando los nutrientes, sino que el trigo generalmente nos ocupa el espacio temporal que hacemos los barbechos. Y en ese barbecho, muchas veces por escurrimiento fundamentalmente, o por percolación, esos nutrientes, y sobre todo el nitrógeno, se pierde”.
Gil explicó que, al implantar el cereal en los barbechos, lo que se genera es una retención esos nutrientes, para que no se nos vaya del suelo. “El trigo, es una de las especies que más lenta descomposición de rastrojo tiene”, dijo y al mismo tiempo sostuvo que es algo a tener muy en cuenta a la hora de que esos nutrientes se van a incorporar. “Es como poner un plazo fijo en el banco, los recursos no los vamos a tener inmediatamente. Vamos a tener que esperar un tiempo. Se van descomponiendo, para que estén disponibles, y me encanta llamarlo proceso”.
El experto en suelos apeló a que este tipo de manejo de los lotes es el que se debe instalar en el común manejo que hacen los productores, y que ellos como técnicos tienen que transformar las tecnologías de insumos en tecnologías de procesos. “Tecnología de insumo es de corto plazo, es pensar cuánto yo coseché del trigo. Una tecnología de proceso es pensar cuánto el trigo me está aportando para el cultivo que le sigue”, remarcó.
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-Usted dijo: “voy y compro fertilizante u otro insumo. Pero ¿Dónde compro materia orgánica?
Exactamente. El trigo, en ese sentido también es uno de los principales productores de biomasa que necesito para fabricar materia orgánica. Combinado después con una leguminosa, como la soja, es una mezcla ideal para fabricar esa materia orgánica. Además de carbono, necesitamos nitrógeno.
-Resumiendo: Ver a los sistemas productivos como un proceso. La infiltración de agua y la biomasa que deja el trigo ¿es lo más importante?
Sí. Por eso la película es el proceso, y es el protagonismo que tiene el trigo en todo el sistema. Lo que me permite el cultivo, como otros, es justamente intensificar ese aporte de biomasa, toda esa actividad de raíces, que a su vez genera actividad biológica. Lo que está haciendo es construir una estructura que me permite fomentar y fortalecer la macroporosidad del suelo, que es la que permite que el agua de lluvia infiltre y luego se almacene. Nosotros lo que necesitamos no son registros pluviométricos de lluvia, necesitamos registros de lluvia efectiva, que es la lluvia que entró al suelo, y para eso necesitamos de estas tecnologías y de estos procesos.
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