Tracestory, la startup de Río Cuarto que impulsa la trazabilidad agroindustrial con inversión clave en 2024

La startup Tracestory ha emergido como un actor clave en el sector de la trazabilidad de las cadenas agroindustriales y el 2024 fue un año clave para su crecimiento.

Desde Río Cuarto, Juan Oliva, gerente de Marketing, realiza un balance positivo del año pasado, un período que describen como crucial para anclarse cada vez con más fuerzas.

«El año comenzó lento, lógicamente por la incertidumbre de la transición política, luego se fue acomodando y para Tracestory fue particularmente positivo, fue un año clave», comenzó diciendo Oliva y destacó que en cuanto al desarrollo del producto y la tracción comercial fue muy bueno, y que lograron acceder a clientes de gran envergadura como Georgalos en maní o Urien Loza en la industria cárnica, lo cual validó su posición en el mercado.

Inversión y expansión
Oliva señaló que, gracias a ello, el año se planteó como clave para que la startup que nació en 2019, buscara «fondos institucionales para seguir creciendo». Tras un trabajo intenso, la empresa logró una inversión de capital de Xperiment e Innventure. Esta noticia fue especialmente significativa en un contexto donde los Venture Capitals en Argentina habían estado reticentes a invertir. La inversión permitió a Tracestory realizar avances que muchas startups no logran, como la adquisición de una oficina propia y la ampliación de su personal en casi un 100%. Además, la inyección de capital facilitó la expansión de las operaciones, la exploración de nuevas verticales y la captación de más clientes.

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Alianzas estratégicas e impulso institucional
Según Oliva, a nivel institucional el año también fue «buenísimo», donde pudieron «hacer mucha sinergia con instituciones como INTA con Gabriela Tallarico y Nicolás Bronzovich, en INASE, con Cancillería que se suma a la idea de exportar mejor, con Secretaría de Agricultura, y particularmente con SENASA». La colaboración con SENASA fue especialmente relevante, ya que Tracestory se convirtió en una de las primeras en registrarse dentro de la plataforma de trazabilidad que pueden tomar datos directamente de las bases de datos del Estado, lo que según Oliva «marca que estamos arriba de la ola». Además, la startup generó una alianza con la certificadora Intertek para certificar procesos basados en la recolección digital de datos, lo que genera una reducción de costos y mayor escalabilidad.

Mirando hacia 2025
Las perspectivas para 2025 son positivas para Tracestory. Oliva comentó que «si el 24 terminó bien, el 25 empezó mejor y si bien es enero; vamos a buen ritmo». La empresa espera consolidarse en el mercado local y expandirse a Latinoamérica a partir del segundo semestre del año. Las expectativas están puestas en los productos de especialidad, y también se abre la posibilidad de entrar en la trazabilidad e integración de datos en los commodities.

«Nos preparamos para apoyar certificaciones como 2BSvs o FSCC para biocombustibles, y la normativa EUDR, que exigirá que productos como la soja, carne y productos forestales que ingresen al mercado europeo a partir de 2026 demuestren ser libres de deforestación», dijo. Según Oliva, el 2025 será «muy movido» y espera que sea una consolidación en el mercado local y que a partir del segundo semestre estén ya con proyectos concretos vendidos en el resto de Latinoamérica.