La empresa Rizobacter presentó en Río Cuarto un adyuvante único en el mercado, diseñado para proteger al cultivo de maní del daño químico sin resignar eficacia en los tratamientos. Productores y técnicos destacaron sus beneficios para mejorar el rendimiento y la calidad.
En el evento, realizado en el Golf Club de Río Cuarto, Rizobacter presentó su nuevo adyuvante funcional fitoprotector: Rizospray ProMani, una innovación pensada específicamente para el cultivo de maní. El lanzamiento estuvo a cargo de referentes técnicos de la empresa, entre ellos Juan Pablo Timpone y de otros destacados disertantes.
“Estamos presentando el primer adyuvante funcional fitoprotector del mercado. No solo mejora las propiedades físicas y químicas de la aplicación, sino que protege al cultivo de los daños que genera la alta carga química que suele recibir el maní a lo largo de su ciclo productivo”, explicó Timpone.
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Según detallaron los especialistas, el maní es un cultivo particularmente sensible a los daños foliares causados por fungicidas, insecticidas y herbicidas, especialmente cuando se combinan en una misma aplicación. Esto genera quemado y manchado de hojas, efectos que terminan impactando directamente en el rendimiento y la calidad del producto final.
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“Rizospray ProMani incorpora una sustancia específica que ayuda a minimizar el estrés metabólico de la planta y reduce visiblemente la fitotoxicidad. Es como pagar menos peaje en el camino: hacemos el mismo trabajo de control, pero con menos daño sobre el cultivo”, graficó timpone.
El desarrollo fue testeado en microparcelas junto a la consultora IGloba y también en ensayos a campo con productores maniceros de amplia trayectoria. “Los resultados fueron muy buenos. Vimos menos manchado, menos pérdida de hojas, y un mejor estado del follaje en la etapa clave de la arrancada. Eso se traduce en más fotosíntesis, más llenado de grano, y por supuesto, más kilos”, destacaron Nicolás Arnosio, representante técnico de marketing y Nahuel Malattini, Responsable del servicio técnico en Córdoba centro-sur.
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Además de proteger la planta, el nuevo adyuvante permite flexibilidad en la aplicación de distintos productos, incluso en años húmedos y con alta presión de arañuela o enfermedades. “El objetivo es que el productor pueda llegar con la planta sana y con buena cobertura foliar al momento de arrancar el maní, algo que todos sabemos impacta directamente en el rendimiento y la calidad del lote”, cerraron los técnicos.
