En el marco del Primer Congreso Casafe de Productos Biológicos, que se desarrolla en Puerto Norte, Rosario, con una participación que supera las mil personas, Ignacio Moyano Córdoba, director para Latinoamérica de la consultora internacional DunhamTrimmer, analizó el presente y las oportunidades del mercado de insumos biológicos.
Moyano Córdoba es cordobés (valga la “muy buena” redundancia) pero reside en Brasil, desde donde lidera los estudios de mercado de una de las firmas más prestigiosas del mundo en análisis del sector.
Moyano Córdoba explicó que su trabajo en Brasil es en DunhamTrimmer , detallando que : “ es una empresa internacional con presencia global, muy reconocida por sus informes, análisis de precios internacionales y acceso a mercados de Asia, América y Latinoamérica. Yo tengo la suerte de dirigir el equipo en Latinoamérica”, dijo a Valor Agregado Agro.
Mirá lanota con Ignacio Moyano Córdoba
Consultado sobre el comportamiento del mercado global, remarcó que el crecimiento de los biológicos continúa con una tasa alta, aunque se han moderado las proyecciones por la coyuntura mundial. “Viene creciendo a una tasa del 12%, incluso un poco más. Las últimas proyecciones las tuvimos que corregir, porque los últimos dos años fueron difíciles para todo el mundo. Hoy estimamos una tasa cercana al 12,8% o 12,9%, y con perspectivas de llegar al 14%”, explicó.
Respecto de Latinoamérica, la región muestra un dinamismo aún mayor: “Latam sigue con un crecimiento positivo del 14%. Pero dentro de ese crecimiento, Argentina no se destaca. Está incluida, sí, pero es la más tímida de todas”. Y fue contundente: “Argentina debería estar segunda cómoda, como históricamente lo ha sido. Hoy está tercera o cuarta, dependiendo de los últimos números. México es el segundo mercado en la región, después de Brasil. Luego vienen Colombia y Perú creciendo fuerte”.
Falta de información y experiencias iniciales fallidas
Según el consultor, una de las principales causas del rezago argentino en el mercado de biológicos es la falta de información clara para el productor. “No hay una sola causa. Pero la falta de información fue clave. Al principio hubo muchas empresas que ofrecieron biológicos sin la calidad necesaria. El productor probó, no tuvo buenos resultados y desconfió. Eso marcó una primera mala experiencia”.
Además, agregó que los costos también juegan un papel: “En un contexto donde bajan los precios de los granos y hay incertidumbre, invertir en un producto que suele tener un costo algo mayor no es sencillo”.
No obstante, Moyano Córdoba ve con optimismo el cambio de clima en el sector: “Este congreso, con tanta participación, nos tiene que llenar de orgullo. Vengo participando en congresos en toda Latinoamérica y no había visto tanta gente como acá. La semana pasada estuve en la Summit Bio de Brasil y tenía una convocatoria similar. Es muy valioso lo que está ocurriendo”.
Un nuevo consumidor y oportunidades para la ciencia argentina
Consultado sobre la influencia de los cambios regulatorios, como los de la Unión Europea, señaló que si bien pueden generar cierta reacción, el verdadero motor es otro: “Hay un consumidor que está demandando otro tipo de producción. Y nosotros, como industria, debemos entender eso para ofrecer los productos que el productor necesita para llevar ese alimento más sano a las góndolas”.
El consultor, destacó un caso de innovación con sello local: “En Río Cuarto, dos científicas del Conicet lograron aislar cepas nativas de bacterias para solubilizar fósforo. Este tipo de desarrollos tiene altísimo potencial y se va a convertir en tendencia”, aseguró.