Córdoba explora el corazón del agro tecnológico de EE.UU. y toma nota del perfil del productor norteamericano

Una delegación multisectorial de Córdoba, encabezada por funcionarios provinciales, empresarios, startups y universidades, realizó una misión exploratoria por Estados Unidos para conocer de cerca las últimas tendencias en agtech. El recorrido incluyó visitas a centros de innovación, universidades, empresas tecnológicas y eventos clave en Indianápolis, Lafayette, Urbana-Champaign y Saint Louis, con el objetivo de fortalecer el ecosistema agroalimentario de la región y posicionar a Río Cuarto como un polo tecnológico de referencia.

Entre los aprendizajes más relevantes, se destacó que para que la tecnología tenga chances reales de ser adoptada en el campo, debe ser simple, fácil de usar y con resultados rápidos. La experiencia también dejó oportunidades concretas: vinculación con potenciales inversores, ensayos a contraestación en Córdoba, transferencia tecnológica, alianzas institucionales y un Memorándum de Entendimiento firmado entre el Clúster Agtech y entidades de Saint Louis para futuros proyectos conjuntos.

Entre las múltiples personas con las que se encontró la delegación, estuvo Alfredo Ferzzola, Director de Speed Agro en los Estados Unidos, compañía dedicada al desarrollo de tecnologías de adyuvantes multiacción.

En la charla con la comitiva, Ferzzola detalló cómo la compañía se instaló en el país del norte. «El armado de la empresa tardó tres años y una inversión bastante importante. No es tan sencillo de llegar, armar la razón social sí, pero después la instalación, los registros y todo el armado de la compañía respetando las regulaciones americanas, tarda en el orden de los tres años más la inversión que corresponda a la industria donde corresponda».

El empresario además agregó que Indiana, Illinois y Iowa son los tres estados más importantes en cuanto a agricultura. «Venir a los Estados Unidos es como llegar a la Fórmula 1. Siendo un equipo chico, tenemos que hacer y respetar todas las mínimas regulaciones que respetan las empresas grandes de los Estados Unidos».

En cuanto a recomendaciones para empresas que estén pensando en desembarcar en norteamérica, dijo: «La primera recomendación para mí sería que, si sos empresario y sos dueño, mandes a tu mejor persona de confianza que conozca de tu negocio. Porque eso no lo vas a encontrar acá. No vas a encontrar a alguien que conozca de tu negocio acá. Después sí vas a encontrar todos los servicios necesarios, legales, de marketing, de registros, todos los advisors. Y finalmente, a la hora de lanzarte al mercado, tenés que contratar vendedores americanos, vas a tener compañeros de trabajo americanos que hablan inglés. Y tenés que hablar inglés».

Escuchá la palabra de Alfredo Ferzzola de Speed Agro

El perfil del productor norteamericano
Uno de los temas que más llamó la atención durante la misión fue la figura del farmer estadounidense. Se calcula que hay alrededor de 1.300.000 productores en EE.UU., con un tamaño promedio de campo de 300 hectáreas. Aunque existen grandes empresas agrícolas, el modelo tradicional sigue siendo el de un productor con tierras moderadas, muy estructurado y con rutinas firmes.

A diferencia del productor argentino, que suele ser más flexible e innovador, el farmer tiende a mantener sistemas convencionales: no utiliza siembra directa ni agricultura por ambientes. Suele trabajar con cultivos por temporada (soja, maíz) y cuenta con maquinaria propia, que utiliza hasta unas 2.000 horas antes de venderla, muy diferente al uso intensivo por campaña que se hace en Argentina. Es el propio productor el que traslada su propia cosecha, el maíz por ejemplo a empresas de etanol a unas millas de sus establecimientos, el flete y los caminos no son un problema.

Además, el modelo de adopción tecnológica es muy conservador: si una herramienta o innovación no muestra resultados claros de forma rápida y sencilla, simplemente no se implementa. En palabras que surgieron durante la misión: «El productor norteamericano dice ‘esto no sirve’, y no lo usa. El argentino dice ‘esto no sirve… pero lo vamos a probar’.» Todo contrato se basa en la confianza con los proveedores, un vínculo de años y de tradición familiar.

El farmer, en general, no sale de su zona, ni siquiera a unos pocos kilómetros del campo. Las decisiones productivas y comerciales se basan muchas veces en la confianza con un proveedor habitual, que le ofrece un paquete integral de insumos y servicios. A pesar de obtener altos rendimientos (14.000 kg/ha en maíz y 5.000 kg/ha en soja), muchos productores tienen una mirada cerrada, con poca participación de las nuevas generaciones y escasa conexión con los avances del ecosistema emprendedor o la ciencia.

Los árboles y los poblados están bastante cerca de los cultivos, no hay deriva, pues pulverizan con unos 200 litros de agua por has y gotas gordas. La agricultura por ambientes esta lejos de ser adoptada y casi no hay siembra directa.

Un viaje con proyección
Además de visitar universidades como Purdue y la de Illinois, que integran investigación, empresas y estudiantes en entornos de alto desarrollo tecnológico, la delegación participó del Global Entrepreneurship Congress y del evento “Cultivar Convergence” en Saint Louis, donde se destacaron modelos de apoyo a startups, subsidios y estrategias público-privadas aplicables en Córdoba.

La misión fue organizada por la Agencia Córdoba Innovar y Emprender, con apoyo de ProCórdoba, y reunió a más de 30 actores clave del ecosistema local. La participación del gobernador Martín Llaryora y otros funcionarios le dio peso institucional a una iniciativa que busca proyectar al sector agtech cordobés al mundo.

Fernanda Bireni para Valor Agregado Agro