Agricultores Federados Argentinos (AFA) inauguró su propia planta de producción de bioinsumos en el Parque Industrial de Ramallo, provincia de Buenos Aires. Se trata de una apuesta estratégica que demandó una inversión de 6 millones de dólares y posiciona a la cooperativa federada en un sector con fuerte proyección: el de los productos biológicos para el agro.
El coordinador técnico de las plantas de AFA, Ingeniero Diego Buschittari, dijo que la planta se construyó junto a la ya existente formuladora de fitosanitarios y cuenta con tecnología de punta, especialmente en lo referido a los procesos de asepsia y prevención de contaminación cruzada entre microorganismos.
“Vamos a arrancar con inoculantes para soja, un producto que los productores ya conocen bien. La idea es dar un salto de calidad, mejorar la vida útil y sumar nuevas tecnologías, incluso algunas que todavía no están disponibles comercialmente”, dijo Buschittari a Valor Agregado Agro.
Mirá la nota con Diego Buschittari
La formulación de estos productos requiere procesos altamente controlados, desde el cultivo de las bacterias hasta su multiplicación en reactores de 5.000 litros. Cada lote debe cumplir con requisitos estrictos de calidad exigidos por organismos como el SENASA. “Cada vez que se cambia de microorganismo, hay que desinfectar completamente la planta. Contamos con un sistema de desinfección por vapor que garantiza que no queden bacterias residuales. Es fundamental para evitar la contaminación entre productos”, detalló.
Un modelo que se replica
AFA ya tiene experiencia con su planta de fitosanitarios, que hoy cuenta con alrededor de 32 moléculas fitosanitarias y formula tanto para los socios de la cooperativa como para terceras empresas. Según Buschittari, el modelo de trabajo será similar. “Empezamos con pocas formulaciones y hoy tenemos un volumen importante. Con la planta de biológicos, esperamos que ocurra lo mismo”. A su vez, se proyecta una ampliación de la planta actual de fitosanitarios para poder separar líneas de producción. “Hay productos como herbicidas que no se pueden mezclar con insecticidas o fungicidas, por el riesgo de contaminación y los altos costos de limpieza. Por eso estamos planificando nuevos módulos de producción exclusivos para ciertos tipos de formulaciones”, explicó.
En este sentido, en el marco del acto inaugural, el presidente de AFA, Darío Marinozzi, aseguró que desde AFA ya cuentan con 6 millones de dólares más para ampliar la planta fitosanitaria, que se encuentra en el mismo predio del parque industrial de Ramallo en Buenos Aires.
Incluso hay líneas que hoy no se producen en la planta, como los productos hormonales, justamente por la complejidad que implica su manipulación segura. “Para eso deberíamos tener otra instalación completamente separada, con sus propios tanques, materias primas y envases”, señaló.
Transparencia y conocimiento para los socios
Para Buschittari, uno de los grandes diferenciales de AFA es la posibilidad que tienen sus socios de conocer cómo se fabrican los productos que luego usarán en sus campos. “El productor de AFA puede ver su cocina. Puede venir, ver cómo se hace el producto que va a aplicar. Eso tiene un valor enorme, porque ve cómo se cuidan los procesos, las normas de seguridad, los protocolos para evitar contaminación. Es algo que posiciona distinto a nuestros productos”, aseguró.
El proyecto de biológicos y la futura ampliación de la planta de fitosanitarios marcan una clara estrategia de crecimiento y diferenciación para AFA, en un contexto donde la sustentabilidad y la trazabilidad cobran cada vez más importancia.