En un relajado y tibio comunicado, la mesa de Enlace le dice: “Milei pórtate bien, eso del INTA no se hace, malo.
Dónde habrán quedado los combativos del 2008, que no permitían ni una chance de que las retenciones fueran móviles. Esa es la pregunta que circula en las bases de las entidades.
Nuevamente hay que decir que “Milei lo hizo”. El presidente decretó que es el fin del INTA (y otros organismos) tal cual como venía funcionando y los representantes de los productores emitieron un comunicado o una carta donde era más severa “Jacinta Pichimahuida” (un serie de tv para los màs 40) retando a Cirilo porque no hacía los deberes.
Sin poner gritos en el cielo, este es el lamento del campo por lo sucedido:
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias ante el nuevo marco de funcionamiento de organismos vinculados al sector expresa su incertidumbre y preocupación ante la interpretación que debemos realizar frente a un decreto ómnibus.
En un país históricamente vulnerable a las modificaciones impulsadas por los sucesivos gobiernos, estamos convencidos de que los organismos oficiales y las instituciones público-privadas deben contar con un funcionamiento autónomo y estable, para evitar alteraciones que afecten procesos, metodologías y la toma de decisiones. Esto es esencial para brindar previsibilidad a las fuerzas económicas y contribuir al fortalecimiento de toda la sociedad.
En el caso particular del INTA, los representantes de los productores esperamos ser convocados para analizar el esquema que se propone y evaluar sus implicancias. Somos plenamente conscientes de que este organismo necesita modernizarse, potenciando sus recursos humanos y consolidándose como motor de investigación, desarrollo y extensión rural en la Argentina, y en este sentido hemos transitado todo este tiempo haciendo nuestros aportes.
Para ello, desde el campo creemos firmemente en la necesidad de reglas claras, instituciones sólidas y marcos estables que faciliten e impulsen el desarrollo productivo y agroindustrial mediante la innovación, arraigo y extensionismo rural para el bien de toda la sociedad.








