Kilimo, la plataforma para invertir en seguridad hídrica, ya celebra contratos por 12 millones de dólares

Jairo Trad y Tatiana Malvasio son los cofundadores de Kilimo, una plataforma que conecta agricultores que buscan mejorar sus prácticas de riego con empresas con compromisos de seguridad hídrica. Juntos participaren del evento ‘Córdoba, un ecosistema en crecimiento’, organizado por Pampa Start VC de Río Cuarto y We Partner de Córdoba capital.

Durante la exposición, contaron que Kilimo “nació como una herramienta para hacer que los agricultores ahorren agua. Pasamos un montón de tiempo tratando de venderles a los agricultores esa herramienta. Nos iba ok, la íbamos peleando. Siempre nos preguntamos dónde está el valor, y resulta ser que los 500 mil millones de litros de agua que ahorran los productores todos los años, era valioso para otro actor del espacio, en especial las empresas que inviertan en seguridad hídrica. Y así empezamos a trabajar con los agricultores para que ahorren agua y venderles su ahorro de agua a las empresas que quieren invertir en seguridad hídrica y compartir una parte importante de esa plata con el agricultor, lo que nos convirtió en la primera empresa del mundo que le paga a los agricultores por ahorrar agua, y eso nos permitió escalar significativamente. En los últimos dos años pasamos desde el primer contrato firmado con nuestros primeros dos clientes, que fueron Google y Microsoft, a tener arriba de 12 millones de dólares de contratos firmados con empresas de marcas que todos conocen como Coca-Cola”.

Escuchá la presentación de Kilimo

El panel fue moderado por Pablo Peralta, exdirector ejecutivo de la Agencia Innovar y Emprender, quien consultó ¿cómo es la triangulación entre el productor y la empresa?

“Nosotros vendemos contratos a las corporaciones que quieren ahorrar agua en las zonas donde tienen sus plantas, donde tienen interés de seguir conservando el ecosistema y seguir usando el agua para sus producciones, y el ahorro lo generamos con productores agrícolas haciendo más eficiente su uso del agua, generamos esos ahorros, y los ahorros se los vendemos a estas compañías, y Kilimo es el intermediario y el implementador. Los productores usan agua para producir alimentos, utilizan en promedio del 70% del agua que se consume en una zona. Las industrias, para que se imaginen, consumen cerca del 10-15%, es muy poquito lo que consumen. Pueden hacer más eficientes aún sus procesos, pero ya invirtieron un montón de dinero en sus plantas, y sin embargo, es muy importante para ellos seguir garantizando que tengan el recurso hídrico para que ellos puedan seguir operando, para que las sociedades también puedan seguir viviendo y consumiendo, y los ecosistemas sigan funcionando. La crisis de agua es mundial”, relataron.

La compañía ya no mira los límites entre país, pues según dijeron “son irrelevantes, al agua no le interesa mucho las fronteras, en general lo que se mira son las cuencas, las regiones hídricas. Hay una lista de las 100 cuencas más estresadas del mundo, en Argentina no tenemos ninguna. En Argentina tenemos un poco de estrés al oeste, avanzado hacia Mendoza, pero no es lo más severo que existe”.

Además aseguraron que “la inversión que hacen las empresas es para que Kilimo cuide el agua en los lugares donde ellos operan, no es una inversión para quedar bien. Incluso tenemos clientes que tienen un contrato de 7 dígitos y nunca lo han anunciado. La razón por la que las empresas invierten en seguridad hídrica es porque no puede tener una fábrica de nada si no tiene seguridad hídrica. Las empresas entienden que el principal riesgo del cambio climático es el agua, en la mayoría de las situaciones es escasez, en algunos lugares del mundo hay exceso por inundaciones, y que ese riesgo es muy presente, es muy inmediato, y si no hacen cosas para avanzar y actuar sobre eso, van a tener problemas. Es un riesgo operacional que tienen que gestionar, manejar y reducir”.

A la hora de explicar cómo funciona ese marketplace a ambos lados de la cadena, señalaron que “el productor utiliza nuestra herramienta, nuestro software, para la gestión del riego. El productor nos paga por usar el software. Lo utiliza durante todo el ciclo agrícola para regar. Al final del ciclo agrícola nosotros validamos cuánta agua efectivamente ahorró, y le pagamos por ese ahorro de agua. Aproximadamente, la relación es que el productor paga 60, nosotros le pagamos 80; ese dinero que recibe el productor lo pone la empresa que invierte en seguridad hídrica y se genera ese marketplace”.

Kilimo lleva 10 años funcionando, ha pasado por diversos estadíos y al menos tres tipos de modelo de negocios. Sus líderes aseguran que durante ese tiempo aprendieron, cometieron errores, hasta firmar el primer contrato por seguridad hídrica en marzo de 2022. Contado así parece el cuento perfecto, sin embargo, durante el evento Jairo Trad y Tatiana Malvasio detallaron la relevancia de definir la cultura organización de la compañía, cómo en los momentos de crisis, volver a esas declaraciones fue crucial.