Con 75 años de historia, una cabaña uruguaya a cargo de Pablo Zerbino (PZ), participó de la jura Angus en Villaguay, Entre Ríos. Acompañado por su hija Lucia Zerbino (LZ), juntos hablaron con Valor Agregado Agro.
“Tenemos una cabaña con 75 años de vida, nací en una cabaña y hoy tener la posibilidad y la oportunidad de venir aquí a Argentina, nada menos que a ordenar una fila de Angus en Argentina, es algo no pensado, no previsto”, dijo Pablo Zevino en la jura de Angus en Villaguay, Entre Ríos.
Escuchá la nota completa con Pablo y Lucía Zerbino.
¿Qué dice alguien de Uruguay con los genetistas argentinos?
PZ: Conozco a algunos genetistas, yo soy genetista, hice un posgrado en Estados Unidos en mejoramiento genético, conozco y he trabajado con ellos en todo lo referente a las evaluaciones genéticas concretamente. Están muy bien posicionados, son personas que se han dedicado profesionalmente. Lo hacen con todo entusiasmo y son muy destacados. Las pruebas están a la vista en cuanto a evaluación genética en Angus, en Hereford. El cabañero está en el campo, están involucrados, por lo tanto tienen en claro cuál es la punta de la pirámide famosa de mejoramiento genético.
¿Cómo vivís esta jura con tu papá?
LZ: Él nació entre las patas de la vaca, le encanta y para mi acompañarlo es un placer. Un placer estar acá.
¿Qué se siente jurar con tu hija?
PZ: Somos de una generación en la cual la mujer estaba en otra actividad, no tan involucrada en las actividades de campo, ella hace tanto más rápido el tacto que yo, o sea, en fin, son cosas que a uno le cuesta absorber. Realmente creo que tiene todo el potencial para poder desarrollarlo, para poder crecer. Esto es paso a paso, de a poco, esto no se aprende en la pista, se aprende mirando, se aprende en las mangas, hay que aprender clasificando ganado, apartando vacas, vaquillonas, terneros, y realmente pudiendo evaluar la proyección de esos animales. Por lo tanto es un proceso largo, largo y sostenido, y uno tiene que tener claro cuáles son las premisas que hay que respetar.
