«La liberación de los siete cortes prohibidos en Argentina es beneficiosa, incentiva al productor y da poder de compra al exportador»

Así lo indicó el analista ganadero, Víctor Tonelli, quien aclaró que de los siete, cinco pertenecen a los «parrilleros» y que el consumo interno sigue siendo más competitivo que la exportación.

 

Desde el 1 de enero de 2024 el Servicio Nacional de Sanidad y Calidad Agroalimentaria (SENASA) , mediante un comunicado oficial, habilitó la exportación de los siete cortes “populares” de carne bovina, sean frescos, enfriados o bien congelados, tras perder vigencia las regulaciones que había establecido la administración de Alberto Fernández a través del decreto 911/21.

 

Entre los cortes se encuentran los “ parrilleros”, como el asado, el vacío, la falda, el matambre y la tapa de asado, además de la nalga y la paleta.

 

Ante el comunicado emitido por el SENASA, Valor Agregado decidió consultar a Víctor Tonelli, analista ganadero, quien afirmó que la liberación de los siete cortes prohibidos en Argentina va a beneficiar, porque «eso estimula al productor y sobre todo le da un poder de compra y una competitividad mayor al exportador».

 

Nota con Víctor Tonelli

 

Respecto del consumo, indicó que «de los cortes que pertenecen a los parrilleros, salvo de vaca de mala calidad, todo el resto tiene una demanda y una integración económica muy buena al mercado interno».

 

Agregó que «ese conjunto de cinco cortes representan casi el 80% del peso de los siete cortes, aún cuando estuviera cerrado o abierto, prácticamente el mejor destino es el mercado interno. Por ende, el consumo interno es mucho más competitivo que la exportación, ya que demanda muy poco y no está en condiciones de pagar lo que puede pagar el consumidor argentino, como ha sido siempre».

 

En cuanto a la nalga, explicó que «le decía al gobierno, cambiémoslo por un corte que tenga menos demanda y que igualmente es bueno, como la cuadrada. Pero la nalga tiene otros destinos en la exportación que pagan muy bien. Entonces era prohibir un corte que a lo mejor podía pagarse 2, 3, y hasta 4 dólares más que cualquier otro, y estaba prohibido».

 

«Para cerrar este punto, no va a afectar a lo que es el abastecimiento de los cortes populares en la Argentina, en modo alguno», continuó.

 

Se acerca un faltante de carne inexorable y animales más pesados

 

Tonelli resaltó que los tres años de sequía impactaron muchísimo en la producción. Añadió que «forzaron una liquidación, una sobreventa y una sobrefaena de animales a lo largo del 2023. Por ende, para el 2024 vamos a tener una faena mucho menor y una oferta de carne reducida».

Además, dijo que «a veces la gente cree que la sequía solo afecta a los granos y a la agricultura, pero el ganado consume pasto centralmente. Así que en el 2024 y el 2025 vamos a tener un faltante de carne inexorable, y eso es inmodificable».

Por otro lado, comentó que abrir las exportaciones y liberar todo tipo de retención, generará en el productor el incentivo de producir animales más pesados con destino a la exportación.

 

«Empezaremos a ver menos animales por lo que comenté de la sequía, pero más pesados en algún momento, sobre finales del 2024, porque requiere tiempo. Podemos llegar a producir, a lo mejor, 8 o 10 kilos más por animal, y con eso mitigar buena parte del faltante que estoy anticipando», cerró.