En el análisis de los mercados, a poco más de 100 días del Gobierno de Javier Milei, hubo celebraciones y festejos con el siguiente dato difundido por la Nación el martes pasado: las exportaciones de carne bovina de Argentina de febrero totalizaron 82.548 toneladas, la cifra más alta de los últimos 57 años. En diálogo con Valor Agregado Agro, el analista ganadero Víctor Tonelli brindó detalles de lo alcanzado y coincidió con dichos festejos.
«A partir de que se quitaron todas las restricciones, limitaciones y cuotificaciones a las exportaciones, que al Gobierno kirchnerista le encantaba, efectivamente sucede lo que todos decíamos; si le quitan ese dique que le habían puesto a las exportaciones, las exportaciones argentinas tienen realmente chance de crecer y el crecimiento del 23% en dos meses, exactamente un día después que se quitaron las restricciones muestra que no estábamos desacertados, sino que en realidad las exportaciones estaban frenadas», comenzó diciendo Tonelli.
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Además recordó que «incluso le agregaban el hueso para que pareciera que no estaban frenadas, un disparate total, en cualquier caso esto muestra realmente el potencial que tienen las exportaciones aún en momentos en donde la oferta cayó de manera significativa».
Señaló también que «las faenas y la oferta de carne de enero y febrero fueron mucho más bajas que el mismo periodo de los años anteriores. La contrapartida, si cabe, es que cayó el consumo o cayó la carne destinada al mercado interno, que tampoco nos sorprende, estábamos esperando esto, en función del alicaído poder adquisitivo de los argentinos».
Auguró: «esperemos que efectivamente crezca la oferta, no va a ser gran cosa, algo va a crecer y sobre todo que se recupere el poder adquisitivo. Eso llevará algunos meses pero seguramente en el segundo semestre de este año empezaremos a ver algo. Cualquiera que sea, la participación de exportaciones que ya está en torno del 32-33%, me parece que ese es el número que va a quedar a lo largo del año y me parece que es un número de equilibrio entre oferta y demanda del mercado interno y de la exportación».
«Es realmente para festejar y muestra que cuando se liberan los mercados la potencialidad de las actividades y de las cadenas agropecuarias es realmente enorme. Falta muchísimo todavía por avanzar pero están en el camino correcto», concluyó.