El ingeniero agrónomo César Núñez, de la Universidad Nacional de Río Cuarto, integra un equipo de trabajo que analizó el comportamiento de la vegetación en las Sierras del Sur y planteó el beneficio para el ecosistema de las quemas controladas durante los meses de verano.
Audio completo con el Ingeniero Cesar Nuñez:
“Estuvimos trabajando en los incendios de los años 90 en las sierras y como no se conocía nada de los pastizales comenzamos el estudio y tratar de ver porqué los productores hacían las quemas prescriptas en agosto; y monitoreamos como transcurría la vegetación durante diez años”, expresó a Valor Agregado Agro, por LV16.
“Vimos que la combinación de fuego-pastoreo era la que maximizaba la calidad del pasto y la diversidad”, agregó.
En cuanto a las quemas controladas, Núñez dijo que al ecosistema “lo beneficia muy bien la quema de agosto porque la vegetación está en reposo, está adaptada a un invierno largo y frío; la vegetación rejuvenece y rebrota rápidamente y eso le permite al productor tener pasto verde cuando empiezan las pariciones”.
No obstante, puntualizó que “la quema de agosto es bastante peligrosa porque los ríos y arroyos no están activos porque no ha llovido; nosotros también medimos el efecto que podía tener la quema en diciembre, febrero o marzo, cuando los suelos están húmedos y están activos los ríos y arroyos; y esa quema permitiría también tener pasto tierno y verde en agosto”.
También se refirió a la decisión de varias provincias de prohibir las quemas controladas y las carencias de la ley de manejo del fuego.
Nota : Germán Tinari
Redacción: Alberto Llobell