Luego de conocerse el proyecto de dos diputadas ,que responden al Frente de Todos, y presentaran en el mismo una modificación para que las entidades del campo, AACREA y los representantes de las Universidades Nacionales no integren el consejo de INTA , la Mesa de Enlace de Córdoba rechazó enfáticamente este nuevo avance del gobierno sobre el Instituto al que los productores consideran «intocable».
Cabe recordar que no es el primer intento del gobierno por «tocar el INTA». Hace unos meses hubo intentos de expropiar tierras del prestigioso organismo.
El nuevo frente de conflicto con el campo por parte del Gobierno de Alberto Fernández esta vez es encabezado por dos diputadas del Frente de Todos : Mabel Caparrós y Alcira Figueroa.
Pero las autoridades de la Mesa de Enlace Cordobesa no demoraron en responder el nuevo intento por desplazar a las entidades del Consejo Directivo de INTA.
Comunicado de las cuatro entidades
La Comisión de Enlace de Entidades Agropecuarias – Regional Córdoba expresa su categórico rechazo al proyecto presentado por dos diputadas del Frente de Todos para modificar el Consejo Directivo del Instituto Nacional de Tecnología Agropecuaria (INTA), desplazándose de la toma de decisiones al sector privado.
No es el primer embate de esta agrupación política sobre un Instituto que con la calidad profesional de sus técnicos y científicos viene trabajando desde 1956 con el único fin de potenciar la producción agropecuaria, acompañando el desarrollo rural del país.
Esta Comisión ya había advertido la avanzada política cuando la agrupación denominada Frente de Todos – INTA intentaba convertir este organismo en un bastión político.
Luego se sucedieron los proyectos de legisladores oficialistas para expropiar tierras del INTA en dos provincias.
Ahora, con esta iniciativa de las diputadas Mabel Caparrós y Alcira Figueroa se pretende transformar el Consejo Directivo en un órgano totalmente político, con ocho miembros de ese ámbito, desplazando a las entidades rurales y académicas que hoy forman parte de las decisiones, quienes pasarían a ser meros asesores.
No hay argumentos válidos para desmantelar el INTA, toda vez que se trata de una institución de reconocida capacidad y prestigio. Lo único que parece animar este cambio es una notable carga ideológica y la necesidad del núcleo duro del kirchnerismo de apoderarse de una jugosa “caja”.
Por eso, apelamos al raciocinio de los legisladores nacionales para frenar este nuevo atropello y, en particular, pedimos a los representantes de nuestra provincia que realicen una encendida defensa del INTA, tal como viene funcionando hasta el momento, con pluralidad de opiniones y marcando el camino del desarrollo tecnológico y productivo.