Mal de Río Cuarto: La clave está en los materiales, fertilización, monitoreo y fitosanitarios muy específicos

Luego de la advertencia de INTA Río Cuarto acerca de una presencia elevada de la Chicharrita de Mal de Río Cuarto, los especialistas  y asesores aconsejan una buena elección de lo materiales a utilizar, como uno de los consejos más  importantes.

Desde  Valor Agregado Agro consultamos al Ingeniero Francisco Demarchi y  aseguró que el Mal de Río Cuarto es una enfermedad endémica, la cual se transmite a través de un vector  (chicharlita), y que la misma pasa el invierno en cultivos como avena, cebada, centeno y migra al maíz en sus primeros estadios.

Audio , Ingeniero Francisco Demarchi

Para Demarchi existen dos claves determinar, por un lado la incidencia y por otro caso la severidad. “La incidencia significa si la enfermedad está presente o no, y la severidad es con qué grado de virulencia se presenta la misma”, explicó. Como así también indicó que en todos estos años la enfermedad tuvo presente, pero con severidad baja. “Cuando la severidad es muy alta, como ha ocurrido en algunos años, realmente los daños económicos y hacia el cultivo son de un volumen importante, llegando a destruir totalmente el cultivo de maíz”, aseguró.

Respecto  a las recomendaciones,  aconsejó utilizar híbridos tolerantes a la enfermedad, remarcando que la industria semillera trabajó e investigó en la materia.

 

Demarchi explicó que no se puede obtener la  resistencia porque es un virus, pero se logró una alta tolerancia a la enfermedad. Además recomendó “El curado profesional de la semilla, la fecha de siembra, que se recomienda no sembrar maíz del 20 de octubre al 20 de noviembre y otros factores que predispongan  al cultivo a un estrés”. Además, agregó que hay que tratar de evitar que el cultivo pase por algún estrés de carácter térmico. “La aplicación de fertilizantes, aplicación de algunos fitosanitarios  hacen que el cultivo tenga que superar ese momento de estrés y ahí es donde se puede predisponer a la enfermedad”.

El ingeniero ponderó el informe de INTA  y aclaró que eso es  una alarma para tener en cuenta,   pero no significa que la enfermedad pueda hacer daño, por ahora. “Lo que  hay que analizar y que está en el estudio y  en breve el INTA lo difundirá,  es el nivel de infectividad que tiene ese vector, puede estar presente, pero puede que no esté infectivo, es decir  que no tenga el virus para transmitírselo al maíz”, detalló.

Por ultimo hizo hincapié en tener muy en cuenta la  fecha de siembra, un buen manejo agronómico con lotes libres de malezas y que los niveles de humedad sean  óptimos para la siembra. “Son todos los efectos que van a tratar de disminuir la enfermedad de esta región”, concluyó.

INTA Río Cuarto

Desde hace 3 campañas,  Inta Río Cuarto y el equipo de trabajo Aníbal Salomón, coordinador del Proyecto Local “Mal de Río Cuarto, Estrategias diferenciales en el cultivo de maíz frente a la enfermedad Mal de Río Cuarto en el sur de Córdoba y norte de La Pampa” investigan esta enfermedad endémica en la zona del Río Cuarto. Para ese estudio disponen de un modelo matemático que predice la cantidad de chicharritas, que son los vectores del virus.

Audio: Ingeniero Aníbal Salomón

El Ingeniero Salomón explicó que los extensionistas e investigadores trabajan en Río Cuarto, Adelia María, Bulnes, Coronel Moldes, Chaján, Huinca Renancó, Santa Rosa y Anguil en provincia de La Pampa. “Lo que predice el modelo matemático que disponemos es por la calidad y cantidad de vectores acumulados al 30 de noviembre y esto nos daría datos de la probable problemática en cada una de las zonas”, aseguró.

En cuanto al modelo matemático que utilizan, aclaró que no fue desarrollado para todas estas localidades y que el mismo está desarrollado fundamentalmente para Río Cuarto, específicamente en la zona del Paraje Sol de Mayo, Espinillo y también para Chaján. Respecto  a las otras regiones, explicó que se encuentra en una etapa de prueba, ya que el modelo data de 2011 y la agricultura sufrió cambios. “La cantidad de maleza, los pedantes alternativos de la chicharrita son diferentes y el comportamiento poblacional también es diferente”, aseveró.

Recomendaciones

Entre algunas de las recomendaciones y en consonancia con el Ingeniero Demarchi, Salomón aconseja que hay que evitar que coincidan con los primeros días de sembrado el cultivo de maíz. “Los primeros 30 o 40 días son muy importantes, existe mucha población de vectores y por lo tanto de mucho virus infectivo. Si esto no es posible porque los productores tienen una alta cantidad de hectáreas a sembrar con la maquinaria disponible, nosotros recomendamos para aminorar o para mitigar algunos efectos de esta enfermedad el uso de híbridos de reconocida y probada tolerancia a la enfermedad Mal de Río Cuarto”

El ingeniero acotó que la tolerancia a los híbridos de maíz tiene que ser con semillas probadas, ya que según el especialista , no todos los materiales han tenido muchos años de prueba contra esta enfermedad porque también, esta última,  es ocasional, es decir que  no se produce todos los años.

Fitosanitarios

Respecto a los fitosanitarios,  señaló que se deben utilizar insecticidas sistémicos en semillas, ya que  disminuyen o mitigan en algo la enfermedad. “La mayoría de las semillas ya vienen tratadas con un insecticida sistémico,  pero en algunos momentos funcionan y en la mayoría no funcionan,  sobre todo cuando el inóculo, o sea, la cantidad de vectores es alta,  no alcanza a disminuir este inóculo lo suficiente como para no producir la enfermedad”, remarcó. Además añadió que no se debe confundír estos  tratamientos de insecticidas sistémicos en la semilla, con  pulverizaciones. “Las pulverizaciones no hacen nada, lo único que hacemos es cargar aún más el ambiente con insecticidas que no tienen eficacia en el control de las chicharritas o en el ciclo de vida de las chicharritas que son los vectores”.

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