Alfredo Paseyro, Director ejecutivo de la Asociación Semilleros Argentinos (ASA) en comunicación con Valor Agregado Agro habla de contribuir al debate de eso que a la Argentina la haga competitiva. Repasa las perspectivas de trigo, quita de retenciones, ley de semillas y la actividad del INASE.
¿Qué panorama estás viendo en trigo que se sembrará en 30 a 60 días?
En lo climático, esta lluvia nos está permitiendo recuperar los perfiles, a diferencia de lo que fueron los últimos años, que llegábamos con lo justo o en condiciones de seca. Esa es una buena noticia. Respecto de reducción o eliminación de derecho a exportación, eso le da competitividad a cualquier cultivo, no solo al trigo. No sé si la economía argentina está en condiciones, no me corresponde a mí, pero no pareciera que fuese lo que el gobierno propuso, ni bien asumió que era una suba. Esperamos que eso no suceda, ojalá haya alguna baja, alguna reducción, para que todas las producciones tengan competitividad.
Argentina tiene que llegar a los 20 millones de toneladas. Primero hace falta semillas, segundo hace falta clima, tercero hace falta que se saquen las retenciones, ¿sería el combo?
Sí, y todo eso le agregaría que nuestro incremento de producción nos deprime después los mercados. Porque, como dicen en el fútbol, el otro también juega. Ojalá lleguemos a los 20 millones con genética de punta, con calidad, con buenos precios. Sin embargo, los factores son varios, el climático es muy importante, la genética, si es por pedir, pedimos el reconocimiento de la propiedad intelectual, de lo que hacemos, porque eso hace a la previsibilidad de nuestras inversiones, de las empresas, el trabajo del PIB mejorador.
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Paseyro también se refirió a La Unión Internacional para la Protección de las Obtenciones Vegetales (UPOV), que es una organización intergubernamental creada a partir del Convenio Internacional para la Protección de Obtenciones Vegetales adoptado en París en 1961 (y revisado en los años 1972, 1978 y 1991 – por eso UPOV91). Su objetivo es proteger a las obtenciones vegetales, es decir semillas, mediante un derecho de propiedad intelectual. “La propuesta que hizo el gobierno de comenzar por UPOV era un marco que daba un salto cualitativo, eso luego requiere una adecuación del marco normativo local. Argentina podía haber avanzado en esa aprobación, pero luego requería la adecuación nacional. Si están los acuerdos, lo que Argentina necesita para tener competitividad es una ley de semillas. Nosotros lo que hicimos fue acompañar la iniciativa del Ejecutivo diciendo que el caso adherido a UPOV 91 era un salto cualitativo mirando a los competidores que trabajan en investigación y desarrollo.
¿Cómo estás viendo el impacto de spiroplasma?
Hay algunos títulos catástrofes, y otros ya están tomando decisiones de siembra cuando todavía no se cosechó lo que está en pie. La verdad es que para nosotros, que trabajamos en genética, esto es una sorpresa, la intensidad de la plaga; pero no una sorpresa de lo que es la presencia de la plaga, y en particular en el norte. Todas las empresas que trabajan con genética de Córdoba al norte conocen muy bien la presencia de esta plaga. Y que se da mucho más después de inviernos que no fueron tan crudos como para que baje la población. Hay mucho conocimiento e información tecnológica dentro de las compañías, también dentro del INTA, u otras instituciones, que lo que deberíamos es ordenar tal vez la comunicación, ir viendo realmente dónde están los focos del problema. No se trata de los 8 millones y medio de hectáreas que tiene el cultivo de maíz. Yo sería un poco más prudente en las declaraciones y en los títulos, porque no vaya a ser cosa que tengamos una profecía autocumplida cuando en realidad lo que queremos es todo lo contrario. Queremos que crezca el trigo, queremos que crezca el girasol, queremos que crezca el maíz.
¿Necesitan que vuelva con urgencia el tratamiento del DNU para que se trate la ley de semillas?
Todos tenemos un vínculo permanente con las autoridades de la Secretaría y en particular también con el INASE. El secretario (Fernando Vilella) está impulsando la conformación del directorio del INASE. Esa es una excelente noticia. Hace 20 años que estaba la ley y no se constituía.
¿Ustedes formarían parte?
Sí, fuimos invitados como sector. Así que esa es una muy buena noticia. Trabajamos mucho con el INASE y con todos los que integramos la CONACE, porque cualquier ley necesita una autoridad de aplicación y necesita un control. Cuando se den las condiciones para el debate de algo que le da competitividad a la Argentina hay que acompañarlo. En el ‘mientras tanto’ trabajamos mucho en lo que es la autoridad de aplicación, el desarrollo de métodos que le permitan al INASE auditar, tener información precisa utilizando marcadores moleculares, marcadores ópticos, inteligencia artificial. Hay mucho por hacer.
