Un novedoso producto de UPL ayuda a la corrección de pH de suelos para recuperar zonas improductivas

Nota: Valor Agregado Agro/ Redacción: Carolina Chiarotto

Se trata de Humiplex , un producto que ayuda a recuperar suelos salinos y con otros problemas y de esta manera se puede convertir zonas improductivas de los establecimientos, un problema que ahora tiene solución pero que conlleva a un tratamiento en varias campañas agrícolas. Así lo indicó Diego Urbani, Ingeniero agrónomo de la firma, encargado de Desarrollo de Mercado para el sur de Córdoba y aseguró que  “El objetivo es asesorar a los productores para el buen uso de los productos y ayudarlos a encontrar soluciones donde se les presente dificultades”. 

Diego Urbani, Ingeniero agrónomo de UPL, encargado de Desarrollo de Mercado para el sur de Córdoba.

Campaña optimista

Antes de hablar de Humiplex, Urbani  indicó que con el inicio del fenómeno del niño y el periodo de lluvia, octubre se convierte en una fecha óptima para el inicio de siembra de la soja. Sin duda la campaña es prometedora por los pronósticos climáticos, sostuvo.

A pesar de esto el Ingeniero Agrónomo de UPL, recomendó previamente hacer buenas evaluaciones, los diagnósticos necesarios de los productos que se utilizarán y ajustar los presupuestos para que no quede nada librado al azar.

El salvador de suelos

El Ingeniero afirmó que Humiplex es un producto que les da muchas satisfacciones, ya que se utiliza para la recuperación de suelos. “La población a nivel mundial va a tener una tasa de crecimiento superior a la de producción de alimentos y eso es una gran preocupación, no hay más suelos agrícolas para explorar, entonces tenemos que intensificar las producciones en los campos agrícolas, o bien ir a buscar y recuperar esos ambientes que hoy se tienen degradado por acumulación de sales”, explicó.

Más allá de las virtudes del producto, Urbani señaló que la recuperación de los suelos es un tema que se debe tratar con respeto, ya que  estos ambientes son muy frágiles y  con una pequeña mala decisión se  retrocede, por lo que pidió a quienes se encaminen a estos procesos tienen que ser pacientes. Además añadió que se debe tener en cuenta una programación y un programa de toma de decisiones. “Esto es fundamental, decisión en el proceso, porque es un proceso, no hay recetas, no hay dos lotes que se puedan manejar iguales”.

 

El gramón como estrategia

El Ingeniero recomendó que se debe realizar un  diagnóstico para reconocer si el  lote a recuperar se encharca o no, ya que el anegamiento complica las cosas. “El proceso es lavar las sales, es un proceso tan sencillo como complejo”, aseguró. Además agregó que estos ambientes tienen una  infiltración muy baja, producto de la acumulación de sales y de sodio. “Ello nos interrumpe mucho el flujo, entonces la manera de generar más infiltración es a través de las raíces de cobertura, en la medida que nosotros podamos lograr implantar un cultivo en esos ambientes o favorecer el desarrollo de especies nativas propias del ambiente, como puede ser un pelo de chancho o un gramón, por más que parezca una locura”, aseguró.

La pregunta que surge a cualquier productor es si en este caso se quiere potenciar malezas. La respuesta es sí y no. Diego Urbani aclara que se necesitan raíces y cobertura, no importa de quién, el fin es aportar una fuente de calcio para desplazar ese sodio y poder lavarlo. “Sino hacemos eso  vamos a rascar únicamente las sales y nos va a quedar el sodio y nos va a complicar más el ambiente. Es un proceso súper, súper estudiado que no se discute”, aclaró.

El Ingeniero insistió en hacer un buen diagnóstico y desde allí decidir en intervenir o no ese ambiente. Luego explicó que “si decidimos intervenirlo hay que definir bien cómo, probablemente tengamos una etapa de aplicación de yeso, de sulfato de calcio y tenemos que estar pensando en valores entre los 800 kg y los 1.200 kg por campaña”.  A su vez señaló que es un valor arbitrario, ya que en la realidad responde a la capacidad que da el ambiente para disolver ese sulfato de calcio y ponerlo en la solución del suelo.  “Si ponemos más, y si ponemos menos, no es suficiente para alterar la inercia que trae este suelo, pero tenemos que hablar de esos valores”, remarcó.

Paso 2: La siembra

Luego de diagnosticar y ejecutar las distintas acciones que recomienda Diego Urbani comienza la etapa de siembra de cultivos. Esta se puede hacer de manera convencional o hacerlo  a surco abierto. “Cuando hacemos surco abierto dejamos la semilla unos centímetros más por debajo de la superficie, donde seguramente la concentración salina es menor y con la lluvia entra en el surco abierto y diluye la sal y tenemos mayor probabilidad de éxito en la implantación de ese cultivo, nuestro objetivo es poner raíces y cobertura”, aseveró.

Siembra EN San Basilio, Córdoba

En cuanto a la recuperación de los ambientes, confirmó que esos suelos no van a pasar de repente a clase 1, pero la bondad de  Humiplex va a generar un microambiente en las raíces, capturando algunos cationes y poniendo disponibles nutrientes y a su vez, bioestimulando las raíces para que ellas crezcan y tengan mejor condición nutricional y fisicoquímica en el suelo. Como así también resalta la importancia de la raíces, ya que  solas se van retroalimentando y si se logra  tener más raíces, de arriba pueden entrar más agua y se va  generando un ambiente mejor. “En los sucesivos cultivos, el proceso entra en un bucle de retroalimentación positiva”, aseguró.

Cómo conseguir el producto y el asesoramiento

Al ser consultado acerca de un correcto asesoramiento en la aplicación de este producto, Urbani detalló que la empresa UPL trabaja con distribuidores oficiales. En el caso de Río Cuarto destacó a Agroucacha, Focseed , Quanta otros.